Soluciones para que tu bebé deje de morder en el jardín de niños.

A muchos padres alrededor del mundo les ha pasado lo siguiente: Están muy contentos con su pequeño, ha crecido bastante, duerme bien, come muy bien , no llora, es muy risueño y en general no causa problemas, sin embargo, cuando llega al jardín de niños se transforma en un pequeño mordelón.

Este es un problema que no afecta solamente a los padres, pues aunque el jardín de niños tenga una atención excelente y la cuidadora esté siempre al pendiente de los niños, los mordiscos se repiten todos los días  y en cuestión de segundos, lo que muchas educadoras y madres se preguntan es ¿Cómo puedo evitar que esto suceda?

¡Ayuda mi bebé es un pequeño monstruo de mordidas!

Para encontrar la solución primero hay que entender que no existe una sola razón para que esto suceda y a continuación te mencionaremos algunos de los motivos por los que tu bebé se convierta en un mordelón.

Una de las causas principales de este comportamiento en el jardín de niños es la sobreprotección, pues un pequeño de dieciséis meses, por ejemplo, que ha recibido todo lo que ha querido desde que nació, tiene toda la atención de sus cuidadores ,ha pasado su vida entera pensando que así funciona el mundo.

Este pequeño sin duda se frustrará en el jardín de niños cuando alguien tome un juguete que él quiere, por lo tanto recurrirá a las mordidas y los jalones de cabello, ya que sentirá que le están quitando algo que le pertenece y se sentirá frustrado.

Los niños de uno a dos años no son capaces de compartir. No es que sean egoístas, es que aún no saben hacerlo.

Cuando un niño no cuenta con un lenguaje oral desarrollado, no puede resolver la palabra para resolver sus conflictos, por eso muestran su frustración de esta manera, es su modo de hacerse entender, e incluso de llamar la atención de quien lo cuida.

Aunque hay que aclarar que esa no es la única razón para que un bebé muerda a diestra y siniestra, a veces es por lo contrario, en lugar de sentirse frustrado, se siente emocionado y quiere mostrar alegría y cariño. A los bebés les encanta darse besos y sentir a otros niños. El problema sucede porque a esa edad no tienen control emocional, manifiestan ansiedad,  se ponen nerviosos y el lugar de un beso ¡Mordida segura!

Otra de las razones de los ataques de mordidas en el jardín de niños es el problema de los dientes, así es, el motivo más común es la dentición, pues cuando a un bebé acaban de salirle dientes quieren morder con desesperación todo lo que tienen cerca. Lo malo es cuando agarran el bracito de un compañero

Un motivo más por el que los bebés suelen morder o atacar a sus compañeros es porque piensan que es gracioso. Así es todos esos juegos a los seis o siete meses, cuando nos parecía divertido que intentaran mordernos o nos jalaran, el cabello están cobrando su cuenta ahora.

¿Cómo corregir su comportamiento?

Hay que entender que estas conductas son normales cuando son pequeños, pero poco a poco podemos encauzarlas a formas más adecuadas de relacionarse con otros niños de su edad.

La clave es ser constante, hacerle entender en cada mordida que lo que hizo no está bien, que lastimó al compañero y duele, esto sin ser duro y evitando modelos agresivos, pero si se requiere de firmeza frente al pequeño.

Hay que hacerle entender a nuestro bebé que lo que está mal es su acción y no su persona, que no por eso es malo, poner etiquetas como “El mordelón” solo los lleva a que se identifiquen con ese papel y refuerzan el comportamiento negativo.

Tenemos que dejar claras las normas y los límites cuando intenten mordernos, deben entender que no puede hacer eso a otras personas.

Si el comportamiento es muy agresivo, puedes pedirle a la maestra que cree un “Rincón de la tranquilidad” Y cada vez que tu hijo quiera morder a alguien lo utilice para relajarse un momento y después volver a la actividad.