Cuando nuestros peques están llorando es por alguna razón. El problema es que muchos papás no lo entienden y terminan desesperándose con el llanto desconsolado de su peque.
Lo primero que debes hacer es identificar la razón o el motivo por la cual llora tu peque, ya que su llanto puede ser a causa de hambre, fatiga, cansancio o cólicos.
Afortunadamente, no necesitas una máquina especial para entender a tu peque. Se ha demostrado que una madre primeriza aprende a reconocer al menos tres de los seis tipos de llanto dentro de los 10 primeros días de vida de su bebé.
¿Cómo identificar el llanto de peque?
Antes de llorar, los peques emiten ciertos balbuceos o lloriqueos que señalan una necesidad específica. A continuación te damos algunas claves que te ayudarán a interpretar lo que tu peque trata de decirte:
Tiene hambre
El llanto a causa de hambre es un lamento con tono de súplica. Cesa cuando se toma al bebé en brazos, como si ya anticipará un alivio.
Está cansado
La fatiga es una señal de que tu peque siente una sobrecarga en el ambiente que le rodea. Esto produce un llanto quejumbroso que explota a ratos, mientras tu peque intenta controlar su estado interior. Es muy común que intenta chuparse el pulgar o dé vueltas en la cama.
Algo le duele
Un llanto de dolor se expresa como un grito agudo seguido de un breve descanso en el cual tu peque deja de respirar (llamado apnea), luego varios llantos angustiosos seguidos de otro grito penetrante. Un llanto de dolor continúa incluso después de que hayas tomado a tu peque en brazos.
Siente una molestia
La molestia es una forma más suave del llanto de dolor que cesa cuando se toma al bebé en brazos, se le hace eructar o se le atiende de alguna otra forma.
Quiere atención
Un llanto que pide atención también equivale a una súplica. Se entremezcla con conductas que buscan captar tu atención, tales como sonrisas, vocalización u otros intentos de persuadirte a interactuar.
Tiene cólicos
Es un lloriqueo, que pide atención y aumenta hasta convertirse en un llanto de dolor. Considéralo como parte de la descarga normal de un sistema nervioso sobrecargado al término de un día agitado.
Tal vez tu peque "necesite" molestar en este momento para calmarse. Si intervienes demasiado y te entran los nervios al tratar de poner fin a la situación, tal vez sólo logres prolongarla. En lugar de eso, toma a tu peque en brazos cada 10 ó 15 minutos, dale agua azucarada y hazle eructar. Después de un rato, se tranquilizará, se dormirá y se sentirá mejor.
Hacer que de calme por su cuenta
En algún momento se hace necesario alentar a tu peque a que aprenda a calmarse por su cuenta. Es aquí donde resulta práctico usar un chupón o dejar que se chupe el dedo pulgar.
Una reacción de este tipo en el bebé indica que ha recibido mucho amor y, en consecuencia, ha desarrollado recursos internos de los que se vale cuando se siente solo o angustiado.Recuerda que un niño que no ha recibido atención no aprenderá a depender de su entorno ni de consolarse a sí mismo.
Los momentos en el que nuestros peques entran por primera vez a la guardería están llenos de felicidad. Pero existen otros que vienen con lágrimas incluidas. Para los padres de estos últimos presenciar las lágrimas de su peque puede ser desgarrador. En Guardería Evergreen nos encargamos de que tu peque tenga la mejor experiencia y de sienta como en casa. Si quieres más información puedes llamar al (33) 3342 8080.