Todos sabemos que estas fechas son para pasarla en familia y, sobre todo las mamás, se esmeran mucho en poder darle una buena experiencia a sus hijos en navidad, cumplir sus expectativas, llenarlos de regalos y se ponen mucha presión para poder hacer de esta época algo especial e inolvidable para sus pequeños.
Sin embargo, es necesario recordarte que es saludable que te tomes también un tiempo para ti. Es muy común que uno se deje de último por poder llenar de felicidad a los demás y ponemos nuestras necesidades de último. Si bien es importante dar un enfoque familiar a esta temporada, crear unión y hacer que tus hijos comiencen a crear lindos recuerdos con las tradiciones, también es necesario que recuerdes que sigues teniendo tus propias necesidades y debes hacerte un espacio para darte tu tiempo.
Es sencillo llenarnos de estrés, preocupaciones, agobiarnos porque todo salga bien, porque nuestros hijos sean felices, porque todos estén bien pero… ¿Y tú? ¿Cómo estás?
Cuando nosotros no estamos bien, se nota. Y esas cosas se reflejan en el estado de ánimo, la paciencia y muchas cosas que nuestros hijos perciben y que, independientemente, no es bueno estar así. Cuando tú estás bien todo a tu alrededor está bien y fluye. Por eso es tan importante que hagas un esfuerzo por también darte atención, cumplir tus necesidades, darte tus gustos, relajarte y estar contigo misma.
Ya sea que disfrutes salir a caminar, hacer ejercicio, ir de compras, meditar, ver una película, salir a desayunar con tus amigas, leer acompañada de un buen café o lo que sea que te cause felicidad, te de un momento de paz para pasarla tranquila y recargar tus energías.
Sabemos que es complicado estar a solas un momento sin que el trabajo y la familia requieran de nosotros, pero no tiene que ser demasiado tiempo, ajústate a lo que tus horarios te den. Si son 5 minutos en la noche antes de dormir, aprovéchalos. Si son 10 minutos en lo que te bañas y pones música o 20 minutos para salir a correr con audífonos, no importa tanto el tiempo, sino que esos pocos o muchos minutos los enfoques en ti y que que procures ser constante para que puedas estar bien y disfrutarte a ti misma.
Ser mamá es un trabajo hermoso y muy pesado también. No te presiones tanto, los mejores recuerdos son los que se crean cuando hay buenos momentos y muchas risas, no cuando hay muchos regalos pero un ambiente de estrés. Muchas veces queremos darle todo a nuestros pequeñitos pero se nos olvida que lo que más necesitan es amor, comprensión y una mamá feliz. Tú eres el centro de tu familia, si tú estás bien, ellos también lo estarán.