Uno de los primeros aprendizajes de un niño, sin duda alguna es enseñarle a ir al baño y para comenzar con este entrenamiento es importante resaltar que no existe la “edad correcta” para ir al baño ya que cada niño es diferente.
Pero si hablamos del momento ideal sería solo cuando tu hijo es capaz de controlar los músculos de la parte trasera y la vejiga. Estos músculos maduran entre los 18 y 36 meses, de modo que se recomienda comenzar con el entrenamiento para ir al baño después de cumplir con los dos años de edad.
Primeramente tener un bañito entrenador a la vista y disponible durante algunos meses es buena idea, ya que le da la oportunidad al niño de acostumbrarse a sentarse y desarrollar el control necesario de los músculos, además va comprendiendo cuando debe de avisarte cuando tiene ganas de ir al baño.
Cuando pienses que tu hijo está listo para ir al baño, explícale que al dejar los pañales va necesitar de usar su bañito y comenzará a usar pañales de entrenamiento que se sienten como ropa interior.
Algunos niños empiezan a manifestar algunos signos que indican que ya están listos para la ropa interior, como los siguientes:
· Empiezan a sacarse los pantalones y el pañal sin ayuda.
· Sienten cuando necesitan hacer pipí (incluso si están usando pañal) y te avisan.
· Se sientan y tratan de usar el bañito entrenador.
Una vez que hayas visto estos signos más frecuentes puedes considerar dar el paso a la ropa interior como tal. Puedes hacer de esta ocasión algo especial explicándoles que va usar ropa interior “para niños grandes” y puede elegir algunos pares que le gusten.
Otro punto importante que debes de considerar es que necesitas hacerle recordatorios regulares de que tal vez tenga que usar el bañito. No lo sientes en su bañito a menos que él te diga que sí; de lo contrario, no hará la conexión por él mismo. También, es muy buena idea que elogies sus esfuerzos y éxitos, en caso de que surja algún accidente recuérdale con delicadeza que para eso está el bañito, cámbialo y no comentes mucho sobre el accidente.
Finalmente, en Evergreen sabemos que cada bebé se desarrolla a un ritmo diferente y que la paciencia es la clave. Es por eso que nuestro personal está capacitado para acompañarlo en sus etapas de desarrollo y enseñándole a aprender nuevas habilidades.