Tanto el primer ingreso a una estancia infantil como los días subsecuentes, requieren de toda la atención y cuidado de los agentes educativos hacia los bebés y niños pequeños. Ya que en su permanencia durante varias horas al día, se vuelve imprescindible organizar, planear y brindar experiencias que transformen en experiencias positivas el distanciamiento temporal de las figuras parentales.
Es por eso que en Villa Educativa Evergreen mostramos la gran diferencia entre desprendimiento y transición, favoreciendo a que este último sea rector de nuestro quehacer diario para la construcción de nuevas figuras de apego sustitutas, la adaptación a un nuevo ambiente y la regulación de la propia existencia en la vida grupal temprana.
Desprendimiento
El desprendimiento, visto desde el punto de vista del niño o niña, es una experiencia riesgosa para su propia integridad, ya que no existe mediación entre un lazo afectivo y otro (papás y agentes educativos), se dificulta la posibilidad de adaptarse a los diferentes cuidados y se reduce el tiempo para comprender y aceptar estos cambios.
Transición
La transición, a diferencia del desprendimiento, permite un pasaje paulatino al ser respetuosos con el tiempo del niño o niña en cuanto a su capacidad de tomar confianza gradual en los agentes educativos.
Si el bebé o el niño pequeño reciben un trato sensible en la estancia infantil, el mismo lugar en que la madre se separa de él, la posibilidad de remediar dicha separación es inmensa.
Así, el bebé va aprendiendo a confiar en la madre, pero construyendo a su vez la confianza en los agentes educativos, y estos deben construirla a partir de las necesidades del niño.
Adaptarse a los niños dentro de la estancia infantil significa estar atentos a sus necesidades, seguir el curso de los acontecimientos de acuerdo con lo que ellos muestran más que con la voluntad del agente educativo. Cuando existe adaptación a los niños, hay empatía con ellos y las necesidades del adulto se funden con las de ellos.
Cuando llegan a la estancia infantil, los niños también afrontan una serie de aspectos o experiencias a las que adaptarse; sin embargo esto no significa resignarse o perder lo propio, sino entrar en sintonía paulatinamente con otros humanos, con otros ambientes de acuerdo con las propias posibilidades, recuperando también la riqueza que lo nuevo puede proveer.
Para los bebés o niños de nuevo ingreso, un comienzo positivo de sus actividades se da cuando papás y agentes educativos unen sus esfuerzos para atender las necesidades psicológicas, afectivas, lúdicas y corporales en un ambiente de confianza y constante comunicación.
Si deseas conocer más sobre una sana transición a este nuevo comienzo, acércate a la Villa Educativa Evergreen, una estancia infantil con aprendizajes clave para la educación integral de tu bebé.